Creando Desastres [Misión para Hei, Yin, Higuchi]

Un sonido en la ventana de su pequeño apartamento hizo que Hei se despertara, se levantó sobresaltado y dirigió una mirada rápida a su entorno ¿Alguien habría entrado?, se volvió hacia el origen del sonido y allí vio a Mao. Dio un suspiro y abrió la puerta corredora para hablar con su felino compañero.

Un nuevo trabajo... atentados terroristas, Mao le había entregado los datos que necesitaba para realizarlo. No entendía el por que de causar estragos en aquellas embajadas, pero entenderlo, o si quiera saberlo no era parte de sus obligaciones. El punto inusual de esta encomienda era la ausencia de Huang y Mao, sólo lo haría con la ayuda de Yin, la doll con la que ya estaba acostumbrado a actuar. Una vez Mao se fue se volvió a dormir, al día siguiente, temprano, iría por Yin y se prepararía pra llevar a cabo su misión, aún tenía tiempo hasta el amanecer...

Se levantó muy temprano y se preparó su habitual desayuno; una veintena de variados platos, ni siquiera él sabía por que tenía un apetito tan voraz, luego de terminar su comida salió del apartamento con paso desgarbado.

-¡Buenos días lee-kun!-saludó la anciana encargada desde la entrada de su casa, hei se dió la vuelta sonriendo. -Buenos días -respondió el contratista con su usual amabilidad, hizo un gesto de inclinación con la cabeza y se dirigió hasta el puesto en el que debía encontrar a Yin.
Al llegar golpeó débilmente el mesón y dijo en voz baja: -En el parque, en cinco minutos -se enderezó y siguió su camino hasta el lugar indicado, esa era la forma en que solían actuar, si saliese de allí con ella podía levantar peligrosas sospechas... algo que no estab permitido en el Sindicato, al igual que los errores.

Pd: Disculpen el post cutre, estoy cansada pero debíamos comenzar ya ~~ el siguiente será cuando esté más despierta XD

Al pasar por su puesto, Yin se encontraba sentada sobre sus rodillas, con la vista fija en la nada, pero siempre hacia el frente. Permanecía quieta, hasta que escuchó el golpecito que Hei le había dado al mesón. Al que sólo respondió con una leve inclinación de su rostro, casi imperceptible.

Cuando Hei se retiró, lentamente se preparó para partir, cerrando el puesto y caminando a paso firme y lento hacia el parque, donde se paró esperando a su contratista. Sus ojos, fijos en un punto que nada en particular tenía, le daban la apariencia certera de confusión para cualquier persona común y corriente que la viera.

Al escuchar unos pasos acercarse, levantó un poco la cabeza, y la giró en dirección de donde provenía el sonido. Al parecer Hei estaba allí desde mucho antes que ella llegara.

off: perdón si me quedó algo corto, es difícil rolear con una doll Un_n

Iba de camino a la oficina mientras revisaba en mi laptop unos viejos archivos policiales, que Kirihara-san me había pedido, de verdad admiro a esa mujer, es algo así como una versión femenina de mi padre, aunque claro, mucho más joven y atractiva. Nada más al llegar fui recibido por una de sus asistentes, luego de una pequeña charla sin sentido en la que rechazó tres veces una oferta mía para salir llegamos a la oficina de nuestra superior. Para mala suerte mía, ella no se encontraba, así que me limité a dejar una nota, diciéndole que tardaría un poco en encontrar la información que me había pedido, eran muchos archivos y nada más me había dado un dato para hallar lo que necesitaba, y para que mentir, ese trabajo era tortuosamente aburrido, no le había dedicado mucho tiempo.

Salí y tomé nuevamente el taxi, había quedado con una compañera de la Universidad para ir juntos al “paseo” al cual habían invitado a un pequeño y selecto grupo de estudiantes, sinceramente no sabía que diablos pretendían, conocer la embajada de Estados Unidos, no era la gran cosa, a mi por lo menos, no me interesaba en lo absoluto, pero no tenía otra opción, el director de mi facultad me lo había pedido explícitamente.

-Hola Hara-san- saludé cuando llegué hasta la entrada de aquel flamante edificio. Mi compañera, una estudiante de Relaciones Internacionales me esperaba ansiosa.

-Por Dios! Higuchi-kun, creí que no llegarías... -dijo ella sin corresponder a mi saludo, se veía realmente bien, llevaba una falda corta y una blusa con tirantes. -No me lo perdería por nada.- respondí a su vez, escondiendo en mi voz un poco de ironía. De todos modos prefería pasar el tiempo con una linda chica a realizar el trabajo que me había pedido Kirihara-san, era más que tedioso...


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Pd; chicas, lamento el retraso. Y tengo una pequeña sugerencia, ¿que les parece si Yin y Hei van a esa excursión en la embajada? Para reconocer territorio o algo así, de esa forma podemos interactuar.

Yin sintió como Hei apareció de repente y comenzó a hablarle. Ya estaba acostumbrada a este trato de su contratista, por lo que no se sorprendió. Lo escuchó atentamente, poniéndole atención a cada detalle de su misión. Cuando finalizó con la explicación y formuló la última pregunta dirigiéndose hacia ella, exclamó simplemente y de forma muy cortante mientras asentía levemente con la cabeza -Sí... -Escuchó las últimas indicaciones y dejó implícito en la primera contestación que había procesado todo perfectamente en su mente, por lo que le pareció inútil volver a contestar.

Luego, esperó a que Hei parara el taxi, y entro como él se lo indicó, con la vista siempre en el asiento de adelante, las espalda algo encorvada y las palmas sobre sus rodillas como siempre, así realizó todo el viaje. Pensando de vez en cuando en la misión, que no parecía ser mucho más difícil de las que hacían normalmente. Inclinó un poco la cabeza, dirigiéndose a Hei, como queriendo mirarlo, pero obviamente sin poder hacerlo, pero sólo por un período de tiempo muy corto, luego la volvió a la misma posición en la que estaba, y siempre con el mismo semblante. Casi como si hubiera querido decirle algo, y se hubiera arrepentido.